Cuando una persona fallece dejando deudas pendientes, estas deudas forman parte de su patrimonio y deben ser liquidadas con los activos que haya dejado el fallecido antes de repartirse la herencia entre los herederos. Para evitar responsabilidades mayores, se debe aceptar la herencia ante notario «a beneficio de inventario», es decir, aceptarla siempre y cuando se compruebe que el activo de la herencia es superior al pasivo.
A continuación, se describen los principales aspectos de una herencia cuando el fallecido tenía deudas:
- Inventario y liquidación de deudas: Antes de repartir la herencia, es necesario inventariar todos los bienes y deudas del fallecido. Las deudas pendientes deben ser pagadas con todos los activos que haya dejado el fallecido.
- Responsabilidad de los herederos: Los herederos del fallecido que acepten la herencia a beneficio de inventario, se harán cargo sólo de las deudas pendientes hasta el límite del valor de los bienes heredados. Es decir, estos herederos no estarán obligados a pagar las deudas con su patrimonio personal, sino que solo utilizarán los bienes heredados para liquidarlas.
- Límites de responsabilidad: Si se acepta a beneficio de inventario, y los bienes no son suficientes para cubrir todas las deudas del fallecido, éstas se consideran impagadas y no se podrán reclamar a estos herederos con su propio patrimonio.
- Proceso de partición de la herencia: Una vez liquidadas las deudas pendientes, se procede al reparto de los bienes restantes entre los herederos según lo establecido en el testamento o, en su defecto, por las leyes de sucesión intestada. Es importante tener en cuenta que los herederos no reciben los bienes hasta que se hayan liquidado todas las deudas del fallecido.
¿Qué sucede si no se han liquidado en su totalidad?
Si se produce el reparto de la herencia sin que todas las deudas del fallecido hayan sido liquidadas en su totalidad, puede haber consecuencias tanto para los herederos como para los acreedores.
Responsabilidad de los herederos: Si se realiza el reparto de la herencia sin haber liquidado todas las deudas, los herederos podrían ser responsables de pagar las deudas pendientes con sus propios activos si se determina que han recibido bienes por un valor superior al de las deudas pendientes.
Responsabilidad de los acreedores: Los acreedores del fallecido tienen derecho a reclamar el pago de sus deudas pendientes incluso después del reparto de la herencia, siempre dentro de los límites del valor de los bienes heredados. Los acreedores tienen incluso la facultad de solicitar la anulación del reparto de la herencia para asegurar el pago de sus deudas.
Conclusión
En resumen, en el proceso de apertura de herencia, las deudas pendientes del fallecido se deben liquidar con los activos que haya dejado antes de repartirse la herencia entre los herederos. Si se produce el reparto de la herencia sin liquidar en su totalidad las deudas del fallecido, los herederos pueden enfrentarse a sorpresas desagradables legales y financieras. Es fundamental liquidar todas las deudas. Si hay dudas de la solvencia, lo más prudente es aceptar la herencia a beneficio de inventario. Y lo mejor es contratar un profesional especializado que te ayude durante todo el proceso.