Esta cuestión es un problema muy común en los chalets o en las casas de campo.
Tener legalizado un inmueble significa que la totalidad de sus metros reales, tanto edificados, como los de la parcela, estén inscritos en El Registro de la Propiedad. Por tanto, si no están inscritos, implica la imposibilidad de hipotecar la construcción, o peor aún, la imposibilidad de heredar una construcción o parcela de terreno por no estar regularizada.
La regularización de un inmueble, tiene por tanto infinitas ventajas para el propietario, ya que entre otras, revaloriza automáticamente su precio.
La mayoría de las operaciones de compraventa necesitan de una financiación mediante hipoteca. Si por culpa de no estar legalizado el inmueble, éste no se puede hipotecar, estamos impidiendo el acceso a la mayoría de los posibles compradores, y por tanto dificultamos en gran medida su venta. Asimismo, los compradores normalmente no tienen tanta paciencia para esperarse a que se legalice el inmueble. Y si se esperan, será generalmente a cambio de una rebaja de su precio.
En conclusión es muy conveniente realizar el proceso de legalización cuanto antes, por dos motivos principales:
- Las leyes urbanísticas cada vez son más estrictas y dificultan en mayor medida el proceso de legalización.
- Si surge una necesidad de transmisión inter vivos o mortis causa, esta transmisión puede retrasarse por mucho tiempo, ya que este procedimiento es farragoso y se necesitan varios meses para culminarlo.
Quedo a tu disposición para contactar conmigo. Si tienes más preguntas, Abert es la solución cerca de ti.