En general, las reparaciones y el mantenimiento de una vivienda alquilada suelen ser responsabilidad del propietario o casero, siempre y cuando el daño o la avería no hayan sido causados por un mal uso o negligencia por parte del inquilino.
Por ejemplo, si la nevera se ha roto después de 16 años de uso, es muy probable que se trate de un problema de desgaste normal y no de una avería causada por el inquilino. Por lo tanto, la reparación o sustitución de la nevera debería ser responsabilidad del propietario o casero.
Si el casero insiste en que el inquilino pague por la reparación o sustitución de la nevera, es recomendable revisar el contrato de alquiler para determinar si hay alguna cláusula que establezca quién es responsable de los costos de mantenimiento y reparación de los electrodomésticos. En caso de que no haya una cláusula específica al respecto, la ley de arrendamientos urbanos regula quién debe hacerse cargo de los costos de mantenimiento y reparación.
En cualquier caso, si el inquilino considera que el propietario o casero está actuando de manera abusiva, es recomendable buscar asesoramiento legal para conocer las opciones disponibles y proteger sus derechos como inquilino.
¿Qué dice la Ley?
Los artículos 21, 22 y 23 de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos (LAU) es la normativa que regula quién debe realizar y sufragar el importe de las reparaciones, según cada supuesto. Esta ley ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los años, siendo la última en el año 2019, mediante la Ley 7/2019, de 1 de marzo.
Conclusión
En resumen, la Ley de Arrendamientos Urbanos es la normativa más importante que regula las relaciones entre arrendadores y arrendatarios en España. Es fundamental conocerla para poder hacer valer tus derechos como arrendatario o arrendador.