La escrituración de una vivienda construida sin licencia puede presentar ciertas complicaciones legales y administrativas. Sin embargo, existen mecanismos que permiten regularizar la situación y obtener la escritura de la propiedad. A continuación, te detallo los pasos esenciales para lograrlo.
1. Verificar la situación urbanística
Antes de iniciar el proceso de escrituración, es fundamental conocer la situación urbanística de la vivienda. Para ello, se debe consultar en el ayuntamiento si la construcción es legalizable y si cumple con la normativa vigente. Existen diferentes escenarios:
- Suelos urbanizables o urbanos: Es posible regularizar la vivienda si cumple con los requisitos exigidos.
- Suelos no urbanizables: La legalización es más compleja, e incluso a veces inviable.
2. Certificado de antigüedad de la vivienda
Un paso clave es obtener un certificado de antigüedad, emitido por un arquitecto o aparejador, que acredite el tiempo transcurrido desde la construcción de la vivienda. En muchas comunidades autónomas, si la edificación tiene más de un determinado número de años (mínimo cuatro años) en suelo urbanizable, y no ha sido objeto de expedientes sancionadores, podría ser susceptible de regularización.
3. Declaración de obra nueva
Para escriturar la vivienda, es necesario formalizar una declaración de obra nueva ante notario. En este documento se certifica la existencia de la construcción, su descripción y su situación jurídica. Para ello, se requiere:
- El certificado de antigüedad.
- Escritura de propiedad del terreno.
- Pago de tasas e impuestos correspondientes.
4. Inscripción en el Registro de la propiedad
Una vez realizada la declaración de obra nueva mediante escritura, la vivienda debe inscribirse en el Registro de la Propiedad. Esto es fundamental para otorgarle seguridad jurídica y posibilitar futuras operaciones, como venta, hipoteca o herencia.
5. Obtención de la cédula de habitabilidad o licencia de ocupación
Dependiendo de la normativa local, podría ser necesario obtener una cédula de habitabilidad o licencia de ocupación para demostrar que la vivienda cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad. Esto suele requerir una inspección técnica y la presentación de documentación adicional.
6. Regularización fiscal y catastral
Finalmente, es importante actualizar los datos en la Dirección General del Catastro y asegurarse de que la vivienda esté registrada correctamente a efectos fiscales. Esto implica pagar los impuestos asociados, como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles).
Conclusión
Escriturar una vivienda construida sin licencia puede ser un proceso complejo, pero siguiendo los pasos adecuados y contando con el asesoramiento de profesionales, es posible regularizar la situación. En Abert Consultoría Inmobiliaria, te ayudo a gestionar todo el proceso para que puedas obtener la escritura de tu propiedad sin complicaciones. ¡Consúltame sin compromiso!
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