Es importantísimo recordar esto, ya que debido a que nos hacemos mayores, muchos testamentos no han llegado a buen término por este motivo. La capacidad mental del testador es un factor crucial al hacer un testamento o cualquier otro documento legal. La capacidad mental se refiere a la capacidad de comprender la naturaleza y las consecuencias de los actos legales que se están llevando a cabo.
Los aspectos clave de la capacidad mental para redactar un testamento son:
- Comprensión del acto:
- La persona que está otorgando el testamento debe comprender que está redactando un documento que distribuirá su patrimonio después de su fallecimiento.
- Conocimiento de los bienes y herederos:
- Debe tener un conocimiento razonable de sus bienes y de quiénes son sus herederos o beneficiarios.
- Libertad de elección:
- Debe tener la libertad mental para tomar decisiones independientes, sin ser influenciada por presiones externas o coerción.
- Ausencia de enfermedades mentales que afecten la capacidad:
- Se examinará que la persona no esté bajo la influencia de enfermedades mentales que afecten su capacidad para tomar decisiones racionales.
- Comprensión de las consecuencias:
- La persona debe entender las consecuencias legales y financieras de sus decisiones testamentarias.
Conclusión
La legislación varía según la jurisdicción, pero en general, un testamento puede ser impugnado si se argumenta que la persona que lo redactó no estaba en plenas facultades mentales en el momento de otorgarlo. En algunos casos, se puede solicitar la asistencia de un médico que certifique la capacidad mental del testador que está otorgando el testamento.
Es muy recomendable que a la hora de redactar un testamento se busque asesoramiento legal para asegurarse de cumplir con los requisitos específicos y garantizar la validez y efectividad del documento testamentario. Recuerda, que Abert, es la solución cerca de ti.