Al realizar una valoración de un inmueble, existen varios riesgos a tener en cuenta para asegurar que la valoración sea precisa y completa:
- Riesgos legales y urbanísticos: Esto incluye verificar que el inmueble cumpla con todas las regulaciones urbanísticas, como licencias de construcción, cumplimiento de normativas de uso del suelo, zonificación, servidumbres, y cualquier otro aspecto legal que pueda afectar el valor del inmueble.
- Riesgos de mercado: Los cambios en el mercado inmobiliario influyen en el valor del inmueble, por factores como la salud de la economía de la zona, o los cambios en la demanda de propiedades en ese territorio.
- Riesgos de depreciación: Factores como la obsolescencia tecnológica, el deterioro físico del inmueble, la depreciación del vecindario o cambios de infraestructuras públicas pueden afectar negativamente el valor del inmueble.
- Riesgos ambientales: Se deben considerar posibles riesgos ambientales como la contaminación del suelo, la presencia de materiales peligrosos, o la proximidad de ese inmueble a fuentes de contaminación.
- Riesgos de tasación: Existen riesgos asociados con la metodología utilizada para la valoración del inmueble, incluyendo la selección de testigos adecuados, el uso de modelos de valoración apropiados, y la precisión de los datos utilizados en el análisis.
¿Qué tipo de valoraciones de inmuebles existen?
Existen diferentes clases de valoraciones de inmuebles según el propósito específico para el cual se requiere la valoración. Las más comunes incluyen:
Valoración para hipoteca (Tasación hipotecaria): Este tipo de valoración se realiza cuando una entidad financiera necesita determinar el valor de un inmueble para otorgar un préstamo hipotecario. La tasación hipotecaria se rige por normativas específicas.
Valoración para compra-venta (Tasación de mercado): Esta valoración se realiza para determinar el valor de mercado de un inmueble en el contexto de una transacción de compra-venta. La tasación de mercado se basa en una comparativa de de ventas recientes en la zona y en otras variables que afectan el valor del inmueble.
Valoración catastral: La valoración catastral determina el valor base de un inmueble para calcular los impuestos locales, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Este valor se establece por la Administración tributaria y puede no coincidir necesariamente con el valor de mercado del inmueble.
Valoración para reparto de herencia: Cuando se realiza la partición de una herencia que incluye bienes inmuebles, es necesario determinar el valor de mercado de dichos inmuebles para su reparto justo entre los herederos. Esta valoración se realiza con el fin de establecer la parte que corresponde a cada heredero.
Valoración para expropiación: Cuando se lleva a cabo un proceso de expropiación de un inmueble por parte de una entidad pública, es necesario determinar el valor del inmueble para establecer una compensación justa al propietario. Esta valoración se rige por normativas específicas y se realiza de acuerdo con criterios establecidos en la legislación vigente.
Conclusión
Es importante asegurarse de que el profesional seleccionado esté debidamente habilitado y registrado en los organismos competentes para garantizar la validez y la precisión de la valoración del inmueble. Además, en el caso de tasaciones hipotecarias, la entidad financiera suele tener sus propios requisitos y preferencias sobre quién puede realizar la valoración. No dudes en consultarme para cualquier tipo de valoración, Abert Consultoría Inmobiliaria, es la solución cerca de ti.