Cada verano, las ciudades españolas, especialmente las capitales y las costeras, acogen a un tipo de turismo muy especial. Se trata de personas que no residen en nuestro país y que en la época estival realizan un viaje turístico a España y compran una vivienda. En el último semestre de 2021 se incrementó la compra libre por extranjeros un 41,9% con respecto al periodo del ejercicio anterior, volviendo a una cifra muy similar a registros prepandémicos, según los datos recogidos por el Consejo General del Notariado. Esta tendencia continúa al alza en 2.022, alcanzando cifras similares o superiores a las de 2019.
Las zonas con mayor demanda son las costeras y grandes ciudades como Madrid. Los británicos son los que mayor porcentaje de transacciones concentran, pero estadounidenses y alemanes son los que más invierten en la capital. Este tipo de viviendas las adquieren principalmente para uso vacacional, teniendo en cuenta el clima, la cultura, la gastronomía, el coste de la vida, la seguridad o las comunicaciones, que junto con el teletrabajo facilita a la población pasar largas estancias fuera de su país de origen.
España recupera su inversión extranjera y vuelve a ser uno de los destinos principales para los turistas inmobiliarios.
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