Los expertos ya lo denominan la casa 3 en 1, donde confluye la vivienda habitual, la vacacional y la oficina. Así las segundas residencias, quedan hoy en entredicho. La pandemia ha cambiado los hábitos de los españoles. Tinsa que en sau estadística recoge los precios tanto de la vivienda nueva como la usada, apunta una revalorización interanual del 12,5% en la costa mediterránea, y del 8,2% en las islas. Por delante de capitales de provincia (7,4%) y la media nacional (7,5%).
Los compradores, tanto extranjeros como nacionales están apostando cada vez más por localizaciones costeras, donde disponer de las comodidades de la primera vivienda. Un reciente informe del BBVA, afirma que la media de viviendas por hogar en España se situó en 2020, en 1,38 casas, por delante de la media europea, establecida en 1,15 casas por familia en 1998.
España no tiene mucha cultura de teletrabajo, y su implantación final será limitada, vaticinan muchos expertos. Para que la mudanza definitiva se produzca a la segunda vivienda deben de darse unas condiciones idóneas, tanto en el ámbito laboral como en el familiar, que no son nada sencillas. La búsqueda de viviendas se ha vuelto más exigente durante la pandemia, y cada vez vale menos el típico apartamento con pocos equipamientos donde se pasan unos días sueltos al año.
España ya no ve la casa en la playa como un premio vacacional, como cuando ocurría en el un, dos, tres y el apartamento en Torrevieja… sino como una alternativa real a la vivienda habitual.
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